El llamado home office, se basa en la flexibilidad de las empresas a la hora de establecer horarios y determinar los espacios de trabajo. Dicho planteamiento ofrece múltiples ventajas a los empleados y cada vez queda más demostrado que favorece el aumento de su productividad.
En esta Nueva Normalidad, pasó de ser solo un proyecto a mediano y largo plazo para las empresas a convertirse en una necesidad inmediata dada las circunstancias sanitarias que hay en cada Ciudad o País.
Las nuevas tecnologías permiten estar lejos, pero, a la vez, muy cerca
La posibilidad de trabajar en casa o en cualquier lugar distinto al escritorio de una oficina es una tendencia creciente que aporta beneficios de sustentabilidad tanto para las empresas como para los profesionales. Las nuevas tecnologías permiten estar lejos, pero, a la vez, muy cerca a través de espacios de virtuales de encuentro, almacenes de información, archivos y contenidos en la nube, así como disponer de conexiones permanentes que permiten conversaciones instantáneas o la realización de videoconferencias desde cualquier emplazamiento del planeta.
Este intercambio fluido de ideas y comunicaciones de todo tipo a través de las redes permite reservar el trabajo presencial para reuniones y tareas que requieran más calidad y las ventajas del contacto humano. Para las organizaciones, el home office se traduce en menos problemas entre empleados, mayor productividad, la eliminación del absentismo laboral, la reducción de costes de producción y el ahorro en el mantenimiento de infraestructuras innecesarias.
7 beneficios del home office
Cada vez es más evidente que se trata de una modalidad de trabajo altamente eficiente, en especial en las áreas de ventas, marketing, desarrollo de software o gestión del big data. Sin embargo, para sacar el máximo provecho de esta dinámica laboral es necesario optimizar los flujos de trabajo y la comunicación, crear pautas de procedimiento y control, así como disponer de la tecnología necesaria.
1. Aumentar la responsabilidad individual
La libertad de actuación implica, necesariamente, organización y gestión del tiempo, así como la difícil tarea de separar la vida personal de la profesional. Con la modalidad home office, los trabajadores tienen unas metas concretas y claras, además de un reporte constante acerca de las expectativas y plazos de entrega. Trabajar desde casa exige autodisciplina y una rutina de trabajo estipulada, estructurada y persistente, lo que termina significando un rendimiento superior.
2. Facilitar la valoración del trabajo
Ejecutar las tareas asignadas y cubrir ciertas responsabilidades a distancia facilita enormemente la evaluación del trabajo. Focalizar la actividad basándose en los resultados ayuda a tener una visión más objetiva del proceso. Se valora exclusivamente la calidad del trabajo y los resultados conseguidos, más allá de la presencia en el lugar de trabajo y las rutinas productivas.
3. Evitar perder tiempo en el tráfico
Otro beneficio fundamental del home office es no tener la necesidad de desplazarse y poder evitar el tráfico y el gasto en gasolina. Perder el tiempo, en la actualidad, significa perder dinero.
4. Incrementar la calidad de vida
Evitar el estrés del tráfico diario de camino al trabajo significa más calidad de vida para los empleados y colaboradores de las empresas, hecho que acaba propiciando mayor productividad. Uno de los principales inconvenientes para muchos asalariados es el tradicional horario de oficina, que puede impedir llevar a cabo tareas esenciales como ir al banco o acudir al médico. Además, las jornadas partidas de mañana y tarde acaban transformándose en periodos de doce o catorce horas fuera de casa. Diversas investigaciones sustentan la idea que este ritmo acaba repercutiendo en el rendimiento laboral. Un estudio de la Universidad de Stanford proyectó que los empleados que trabajan desde su casa son unos 13% más productivos comparados con aquellos que siguen acudiendo al puesto de trabajo.
5. Ahorrar los costes de una oficina
Con el modelo del home office, las empresas consiguen reducir sus gastos de infraestructura y ahorran energía. Además, disminuyen enormemente los costes corrientes de suministros inherentes a la actividad en una oficina. En este sentido, un buen ejemplo es el caso de IBM que logró ahorrar alrededor de 100 millones de dólares anuales en tentempiés desde que empezó su programa de trabajo a distancia y, a raíz de la crisis del COVID-19, son muchas las empresas que se están planteando trasladar sus oficinas. Sin embargo, y de cara al desarrollo óptimo de nuestra práctica profesional, resulta determinante escoger un buen espacio físico en casa para trabajar. Se recomienda evitar los lugares comunes (salón, comedor, sala con televisión…) donde haya posibles distracciones y optar por un sitio específico donde sea más fácil concentrarse.
En un tiempo de cambios constantes, en plena formación de la cuarta revolución industrial y en un mundo globalizado, la idea de trabajar a distancia tiene más fuerza e importancia que nunca. Las empresas pueden contratar a los mejores sin que importe donde estén. No tener la obligación de ir a la oficina conlleva el beneficio de poder trabajar con profesionales de cualquier punto del mundo. Este aspecto amplía enormemente las posibilidades de seleccionar los perfiles más idóneos sin importar donde residen.
6. Aprovechar al máximo la tecnología
Trabajar desde casa implica estar familiarizado al máximo con las últimas tecnologías. El manejo tecnológico se ha convertido en indispensable para cualquier empleo. Un informe elaborado por WorkMeter sostiene que más del 75% del tiempo de trabajo se dedica al uso de herramientas tecnológicas que han supuesto un gran avance la gestión de las empresas y sus flujos productivos. Los teléfonos inteligentes y el uso generalizado de Internet significan que, probablemente, el próximo escenario sea la desaparición de la oficina como concepto físico. Las oficinas del futuro serán móviles y, por este motivo, es necesario comprender las dinámicas de las videoconferencias, acostumbrarse a trabajar en espacios virtuales y archivos compartidos y entender la cultura del correo electrónico para no perder el contacto permanente entre los diferentes equipos de trabajo. Herramientas como Teams, Slack, Asana, Trello o Google Drive facilitan mucho la administración grupal y colectiva a distancia.
7. Flexibilizar el horario y adecuarlo a nuestro ritmo
La flexibilización de la jornada laboral para adecuarla al ritmo de vida particular favorece la concentración y la perspectiva. Poder trabajar en un ambiente agradable y tranquilo facilita la realización de las tareas, lejos de las distracciones, los ambientes desmotivadores y las preocupaciones de la oficina. Esta dinámica reduce el estrés y mejora la calidad de vida. Cada empleado tiene su propio ritmo circadiano y un mayor rendimiento en diferentes momentos del día. Con el home office, los trabajadores tienen total flexibilidad para completar las tareas en horas alternativas, compatibles con su propio ritmo biológico y sus rutinas.
コメント